miércoles, 25 de junio de 2014

CRÓNICAS EN CLAVE DE NAFTALINA

Aún en “Google” (verdadera enciclopedia virtual) el dato brilla por su ausencia. Al punto que, parece, no quedó ningún registro. Y la referencia es a la legendaria imagen de la enfermera pidiendo silencio. ¿Fue la idea promocional de un laboratorio de los Estados Unidos, como muchos suponen? ¿Quién es la modelo? ¿Quién el fotógrafo? Aquí la historia…

EL ROSTRO QUE HABLA

Edición Nro. 321 de "Paralelo 38"
A fines del año 1970 y, por primera vez, revelé la verdadera historia de esta foto que se encuentra en cualquier hospital, sanatorio o maternidad del mundo. Apareció publicada en la edición de “Paralelo 38” del 5 de septiembre de ese año.
Y así el misterio quedó develado. La modelo argentina era Muriel Mercedes Wabney y, el ideólogo del proyecto que concluyo en la legendaria imagen, se llamó Juan Craichik. 
Juan tituló a esa foto “Silencio hospitalario” y, sin proponérselo, tanto él como Muriel accedieron a una fama imperecedera.
Porque ni el tiempo, ni las convulsiones del mundo, quitaron vigencia a ese legendario retrato.
Y, aunque parezca mentira, la imagen no tiene registrado derechos de autor. 
Lo cierto es que, el retrato que muestra a una enfermera con el típico gesto de llevarse un dedo a la boca pidiendo silencio, rápidamente tuvo expansión mundial.
A Juan lo entrevisté en nuestra ciudad. Y, a lo largo de media hora antes de su retorno a la Capital Federal, me contó la historia de su obra cumbre.

Original con el logo de "Taranto"
Juan era el jefe de visitadores médicos de una empresa denominada “Taranto” que fabricaba instrumental médico y que, además, era un laboratorio de productos medicinales. La ocupación lo hacía viajar por todo el país y, cuando llegaba a nuestra ciudad, se hospedaba en el hotel “Central Muñiz”.
Lo que sigue, es un extracto de aquel reportaje:
--¿Cómo nació la idea?
--Visitando un hospital de Rosario, en 1953. La sala de espera se encontraba atestada de gente y una enfermera, de tanto en tanto, se veía obligada a pedir silencio. Creo que en ese momento se me ocurrió la idea de mostrar, en una fotografía, la imagen de una enfermera con ese gesto tan típico y universal del silencio. Elevé la idea a los directivos de la empresa y, poco después, ya estábamos trabajando en el proyecto…
--¿Y quién es la mujer de la imagen?
--Era una modelo de nuestro país llamada Muriel Mercedes Wabney…
--¿Por qué ella?
--Se convocó a un montón de modelos profesionales y terminé eligiéndola…

Juan Craichik
--¿Las razones?
--Tenía un rostro distinto, suave, armonioso y de mirada dulce. Yo diría autoritariamente dulce que se acoplaba a la idea…
--¿Cuántos días insumió la toma definitiva?
--Fue toda una tarde. Después revelamos los negativos y elegimos la que todo el mundo conoce.
--¿Cuánto ganó la empresa  “Taranto” por la distribución mundial de esa imagen?
--Nada. Fue un obsequio para hospitales, maternidades o salas de espera…

Y queda claro que este hallazgo nacional, a pesar de jamás haberse registrado, se parangona con el bolígrafo de José Biró o las huellas digitales de Juan Vucetich.

EL ENCUENTRO CON MURIEL
Unos días después de entrevistar a Juan Craichik viajé a la Capital Federal para hacerlo con la modelo Muriel Mercedes Wabney. Lo primero que se me ocurrió preguntarle es cuánto había ganado por esa foto. Declinó contestarme. 
Sí me contó que, su carrera como modelo, la había iniciado en 1947 y que tenía un contrato de exclusividad para presentar las colecciones de la muy conocida por entonces “Tiendas Harrod’s”.

Muriel (primera a la izquierda) junto a otras modelos
Aunque también me comentó que fue modelo exclusiva de la empresa “Ducilo” y, años más tarde, también trabajó para el modisto Jean Cartier…
El diálogo siguió así:
--¿Un sueño que se le haya hecho realidad?
--Haber lucido los auténticos vestidos que, Linda Darnell, vistió en la película “Por siempre Ámbar” para la Twenty Century Fox…
--¿Casada?
--Sí pero sin hijos.
--La gente, ¿la reconoce como la enfermera del silencio?
--Sí… algunos, sí.
--¿Y qué siente cuando va a un hospital y se ve en la imagen del retrato?
--Que el tiempo pasa. De todas maneras, una gran satisfacción…

El mundo cambió desde que se tomó aquella imagen. Las costumbres, también. Pero ni el modernismo ni la ciencia podrán enfriar la esencia de aquella imagen. Sencillamente porque fue una idea genial…

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Hola, estuvimos averiguando durante mucho tiempo, hasta que esta señora me escribio.:

    laura
    26/8/11

    para mí
    Hola Nina, la foto de la enfermera pidiendo silencio, de la que te preguntas quien la habrá tomado, fue hecha por mi abuelo: Francisco Pérez.
    Sé que alguien se la adjudicó en algún momento, no recuerdo el nombre, aprovechando que la foto no está firmada. Quien conoce los detalles es una tía, hija de Francisco.
    Mi abuelo era un inmigrante que llegó a Buenos Aires en 1913 desde su Jumilla natal (Murcia). Aquí pudo con el tiempo hacer su oficio y poner su empresita: "Foto Pérez", por supuesto.
    Espero haber sido de utilidad, cualquier otra duda que tengas, le preguntamos a la tía!!
    Cordialmente

    Laura Pérez Morales

    Respuesta de la tia:
    Soy Luisa Perez Morales, tía de Laura.
    Me entero que queres saber datos acerca de la foto de la enfermera. Tal como te contó mi sobrina, esa foto fue sacada por mi papá, Francisco Pérez, a fines de la década del 30. Le fue solicitada por la Cruz Roja Argentina para promocionar la carrera de enfermería en el país. La persona de la foto era lo que se llamaba en aquellos tiempos "una dama de la alta sociedad". La foto salió en la tapa de una de las revistas que editó mi papá y que se llamaron Crisálida y Eva. Ambas publicaciones de los años 30 quebraron. Lamentablemente no conservo ningún ejemplar. Las busqué en la hemeroteca de la Biblioteca del Congreso, pero fracasé. No sé si en Cruz Roja habrá algún registro de esta cuestión. Mi papá no firmó la foto y tengo entendido que no cobró un centavo por gratitud a Cruz Roja ya que siendo soldado español combatió en Marruecos hasta 1914 y allí conoció la obra de esa institución. En 1914 viajo hacia aquí para radicarse en Buenos Aires. Espero haber satisfecho tu curiosidad y si pudieras avanzar en la búsqueda de datos me encantará saberlo. Atentamente. Luisa
    Quizas te pueda servir seguir averiguando , saludos

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